El plan era escalar los que quisieran y patear los que no escalasen. Al final escalamos la mitad y la otra mitad se fue ha hacer barranquismo, según nos contaron, porque parece ser que los caminos eran auténticos ríos.
El día se preveía frío pero tuvimos suerte e hizo un tiempo estupendo lo que nos ayudó a pasar una jornada mas que agradable, en buena compañía.
Aquí estamos el grueso del grupo y el reportero. Lástima que no calculase bien y les cortase la cabeza
Después de una corta deliberación de si subir por éste o aquel camino, decidimos ir por el más empinado, como el que no quiere la cosa y así nos dirigimos a nuestro destino, el Yelmo.
Y como era de esperar, tuvimos que hacer alguna paradilla para tomar aire.
Escarcha en el pelo de nuestro presidente... ¿He dicho pelo?
Con tanto recorte presupuestario, ahora quienes vigilan los montes son ellas
y no lo hacen mal, se conocen bien el terreno.
Nueva paradita para llenar el depósito...
y a continuar subiendo, que a eso hemos venido
Nuestras piernas se empezaban a resentir, el peso de nuestras mochilas comenzaba ha hacerse insoportable, nos faltaba el aire, el cansancio nos hacia ver alucinaciones, nuestro estado era lamentable y en ese momento (Quizás he exagerado un poquito)... ¡¡TACHAAAAN!! Divisamos nuestro destino, El Yelmo. También llamado Peña del Diezmo, una enorme mole granítica de 1717 metros que podemos divisar en muchos puntos de nuestra sierra y que es tan característica.
Para celebrarlo, el grupo de cabeza, se hizo unas foticos.
Observando como se movían y los saltos tan arriesgados que daban nos dimos cuenta de que en el mundo de la montaña nos han tenido engañados y es que nos han vendido la moto de que tenemos que usar pies de gato y claro, eso implica llevar cuerdas y arnés. Sin embargo, si usásemos pies de cabra no necesitaríamos nada y la fotografía es la muestra.
Es alucinante ver como se mueven por las paredes tan inclinadas como si fuéramos nosotros por el salón de nuestra casa.
Mientras hacíamos estas reflexiones, vemos llegar al grupo de cola.
Unas palabras de nuestro querido presidente antes de separarnos los escaladores de los pateadores...
y al tajo.
Aquí, mi compañera de cordada y yo en la última reunión antes de comenzar los rápeles
Miriam ¿Te acuerdas de este resalte?
Autorretrato rapelero
La división I+D de nuestro club desarrolló, para la ocasión, este ingenioso aparato con el que su creador obtuvo impresionantes resultados.
poniendo en práctica su invento...
Antes de reunirnos con el resto del grupo, Mario nos llevo a conocer una laguna que se forma en invierno y que es así de bonita.
Hasta la próxima salida.