Tratando de cumplir un compromiso contraído con Adolfaitet, intentamos por enésima vez la escalada al Naranjo de Bulnes.
En esta ocasión, el impedimento fue un inmenso y peligroso nevero sito en la bajada de Horcados Rojos. Esta circunstancia volvió a truncar nuestro sueño alpino… Las montañas siguen ahí… Otra vez será.
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