1º Sarria - Portomarín
Este tramo, es para una buena parte de los peregrinos el comienzo, ya que Sarria se encuentra muy cerca de los míticos y últimos 100 kilómetros, la distancia mínima que hay que recorrer a pie para ganar la Compostela. La etapa no defrauda en absoluto ni al primerizo ni al curtido peregrino. Ofrece incontables aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarín, buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, sendas y corredores rurales, puentes medievales y pasarelas rústicas.2º Portomarín - Palas de Rei
La etapa está fraccionada por la sierra de Ligonde, que a su vez divide las cuencas de los ríos Miño y Ulloa y los Concellos de Portomarín y Monterroso. Aunque el comienzo es prometedor y obsequia con un apacible ascenso por el monte San Antonio, el resto se embriaga junto a carreteras modestas, provinciales e incluso nacionales. Sin embargo amenizan el viaje buenos ejemplos de iglesias románicas, incluida la posibilidad de desviarse hasta Vilar de Donas para visitar la de San Salvador, antiguos hospitales de peregrinos y el valioso crucero de Lameiros.3º Palas de Rei - Arzúa
Además de ser la etapa más larga de Galicia luce un perfil quebrado, de los conocidos vulgarmente como rompepiernas, que la convierte en un verdadero reto. El itinerario traspasa los límites de Lugo para entrar en A Coruña por la aldea de O Coto; visita Leboreiro y la pulpera Melide, donde enlaza el Camino Primitivo, y continúa por un sinfín de toboganes y escenarios mágicos como el del río Catasol hasta Ribadixo da Baixo y Arzúa, donde a su vez conecta el Camino del Norte.
4º Arzúa – Pedrouzo
Entre Arzúa y la catedral de Santiago median casi 40 kilómetros y lo más lógico y prudente es dividir el tramo en dos jornadas haciendo parada y fonda en Santa Irene u O Pedrouzo. El Concello de Arzúa cede el testigo al de O Pino en un trayecto cómodo, con pendientes más fáciles y por pistas siempre cercanas a la N-547.5º Pedrouzo - Santiago de Compostela
El caminar se torna sereno, quizás por miedo a terminar y no saber o no querer qué hacer después. Sobre pistas de hojarasca, entre las últimas manchas de eucaliptos y robles, llegan las últimas aldeas de O Pino. El municipio de Santiago aguarda en un alto, junto al aeropuerto, y conduce al peregrino por la parroquia de Sabugueira. Desde la atalaya del Monte do Gozo se obtiene la primera panorámica de Santiago de Compostela y da comienzo un recorrido urbano que concluye a los pies de la fachada barroca de la catedral. El Obradoiro es el fin y el comienzo.Catedral de Santiago de Compostela
Dedicada al Apóstol Santiago.Iglesia consagrada en el año 1128 (s. XII) y adornada con elementos barrocos en el XVIII. Es una buena muestra de iglesia de peregrinación.
De estilo románico con elementos posteriores renacentistas y barrocos.
De planta románica de cruz latina cuenta con tres naves divididas por arcos de medio punto, tribuna, crucero y girola. Tiene cinco fachadas.
(Gracias a por su información)
La Compostela, acreditación de que el peregrino ha realizado el Camino
En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia.
Dado en Santiago de Compostela el día.........mes...............año del Señor..........
El Canónigo Diputado para los Peregrinos”
Modelo oficial de credencial para el peregrino.
-El acceso a los albergues que ofrece la hospitalidad cristiana del camino, y- Para solicitar La "Compostela" en la catedral de Santiago, que es la certificación de haber cumplido la peregrinación. La "Compostela" se concede solo a quien hace la peregrinación con sentido cristiano: devotionis affectu, voti vel pietatis causa (motivada por la devoción, el voto o la piedad) Y además se concede sólo a quien hace la peregrinación hasta la llegar a la Tumba del Apóstol, al menos los 100 últimos kilómetros a pie y a caballo o 200 en bicicleta.
Jubileo
Compostela goza de un singular privilegio concedido por vez primera hacia el Año 1122. Aunque la Bula de concesión más antigua, que conservamos, es la Regis aeterni del Papa Alejandro III fechada en 1179, en ésta se confirma el privilegio del Papa Calixto II (1118-1124). Este Papa, hermano de Don Raimundo de Borgoña y, por lo tanto, tío del rey Alfonso VII, fue un gran benefactor de la Iglesia de Compostela. El privilegio concedido, y confirmado por Alejandro III, consiste en que cada año que el 25 de julio, fiesta del Apóstol Santiago, coincide en domingo se podrán ganar en la Iglesia de Compostela en plenitud las gracias del Jubileo.
Condiciones para ganar el Jubileo
1) Visitar la Catedral de Santiago donde se guarda la Tumba de Santiago el Mayor.
2) Rezar alguna oración (al menos, el Credo, el Padrenuestro y pedir por las intenciones del Papa) Se recomienda asistir a la Santa Misa.
3) Recibir los sacramentos de la penitencia (puede ser 15 días antes o después) y de la Comunión. Estos dos sacramentos realizan la conversión y el compromiso de amor con Jesús y nuestros hermanos. Ésta es la herencia de Santiago.
La gracia del jubileo consiste fundamentalmente en una indulgencia plenaria para el perdón de la pena que merecen nuestros pecados.
Así las define el Código de Derecho Canónico (c. 992):
"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos"
La gracia del Jubileo, si se cumplen bien todas sus condiciones, es de indulgencia plenaria . Todo fiel, con las debidas condiciones, puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a modo de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias (c.994).
Notas sobre Santiago
Santiago Matamoros (con perdón)
La tradición del Santiago Matamoros se remonta al reinado de Ramiro I (muerto en 850) que sucedió en el trono de Asturias y León a su tío Alfonso el Casto (muerto en 842).
Al fallecer su tío, los moros reclamaron el tributo de las cien doncellas (cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas) que tenían impuesto a los cristianos. Ramiro I que estaba en Bardulia (antiguo nombre de Castilla la Vieja) no quiso entregarles las cien doncellas y se encontró frente a frente con la morisma en Clavijo donde en la víspera de la batalla, según la tradición, se le aparece en sueños el Apóstol Santiago.
Santiago le comunica que ha sido designado por Dios como Patrón de las Españas. Santiago anima a Ramiro al combate y le pide que lo invoque. Los cristianos dan batalla al grito de "¡Dios ayuda a Santiago!", y los moros son vencidos. Aquella gloriosa jornada de las armas cristianas será la fundación de la Orden de Santiago.
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